Fotos: Andreína Rodríguez
Es columnista de este rotativo, trabaja para la comunidad desde la Junta Comunal, es escritora y apasionada por las letras y la pintura
Fortaleza, alegría y tesón son epítetos que dibujan a esta panameña, a quien sus múltiples propósitos y pasiones, la mantienen metida en una tolvanera de actividades que refuerzan su personalidad y talante.
Nos recibió en su acogedor apartamento, rodeada de algunos de sus amores. Su mamá, su esposo y sus tres gatitos, que no dejan de hacer travesuras. Sus plantas, flores y decoración, emanan la esencia de su espíritu y le confieren elocuente felicidad. Allí conversamos un poco sobre su vida y planes.
Sheila Cummings de Royo, residente de Marbella, en Bella Vista, es nuestra “Vecina Destacada” porque en medio de un dolor del que cualquier mujer no se repone, como es la perdida física de un hijo, ella ha sacado fuerzas de cada lágrima diaria para terminar de cumplir los sueños Emilio Antonio, un joven que, de tanto prepararse, de tanto esmero que le puso a la vida y a sus anhelos, parece haber vivido el doble. Él siempre coqueteó con la política y fue el mejor novio de los deportes.
Gran legado
“Mi hijo fue muy activo en la política desde sus días en la universidad, donde se graduó de abogado; jugaba fútbol y flat fútbol, también fútbol americano, disciplina en la que además fue coach y representaba a Panamá; ciclista, basquetbolista, y también activista en el deporte ya que siempre procuraba mejoras para las ligas y antes de partir se encontraba batallando para lograr la construcción de un estadio de fútbol americano, ahora yo estoy buscando el apoyo para conquistar ese sueño. Blandón dice que la alcaldía donará un millón de dólares y la Asociación de Fútbol Americano le pondrá su nombre a este recinto que estará cerca del Road Carew”.
“Yo estoy muy orgullosa de él, era un muchacho de ideas y muy preparado; era secretario general de este gobierno y Vice Ministro encargado de Seguridad cuando murió”. Cummings explica que creó un curso de pasantías remuneradas en ese despacho para estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Panamá con el que se han beneficiado ya cientos de estudiantes. Ese programa ahora lleva su nombre. No completó el propósito de crear un salón de sustentación en esa misma casa de estudios. “Emilio deseaba que fuera una sala bien acondicionada y equipada con todos los recursos tecnológicos necesarios, pódium, butacas y más, en favor de los estudiantes y entonces, yo voy a luchar para lograrlo”. Comenta entre alegría y tristeza, que el último regalo de su hijo fueron 100$ y que no los gastará por nada, nunca, los atesorará igual que al carrito que le enviaron a la clínica cuando él nació.
Su mundo
Sheila, hija única, nacida en Colón, tuvo su paso por Las Tablas durante unos años, para luego venir a la ciudad. De su padre norteamericano lleva su tez blanca y su destacada estatura; de su paso por la universidad, donde estudió un tiempo publicidad, le quedó la vocación hacia la comunicación, pero sus grandes pasiones, ésas que se portan en el corazón, son la decoración y más recientemente, la pintura, talentos que se desbocan en su cálido hogar, donde se devela el buen gusto en muchos detalles y creatividad, tanto que la que fue su mesa de comedor, ahora está en la pared como elegante repisa. En la sala principal conserva sus más amados recuerdos, muchos en portarretratos, cada uno con una historia que la envuelve en un velo de alegría nostálgica, como cuando mira la foto de su padrastro, a quien amó y admiró profusamente.
Su primer empleo fue en Solís, Endara y Delgado, una prestigiosa firma de abogados donde trabajó como recepcionista durante dos años y acumuló mucho cariño de sus jefes y compañeros, pero se retiró para ingresar en la universidad y para trabajar en una gasolinera familiar.
Su obra más grande
Esta dama aspira publicar su novela antes de que acabe el año; es una novela de amor, con muchos trazos de historia que ha escrito durante años, escalando hacia las 400 páginas.
Dedicó su vida a criar a sus tres hijos, cuidar su hogar y desde hace 4 años trabaja para la Junta Comunal de Bella Vista, en actividades sociales para la comunidad.