Waked hasta este jueves 5 de mayo era un apellido respetado y hasta admirado debido al enorme consorcio creado por esta familia pero a raíz de una larga investigación desarrollada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos (EU) y la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA), hoy ese mismo apellido suena en el mundo como otro gran escándalo que tiene su gran centro operativo en Panamá, encabezado por Abdul Waked y Nidal Waked vinculados a una red internacional de narcotráfico y lavado de dinero.
Las autoridades de Estados Unidos publicaron a 9 ejecutivos y 68 compañías en la Lista Clinton, al relacionarlos con la red llamada Waked Money Laundering Organization. Según la investigación con esta estructura empresarial, liderada por empresarios de la familia Waked, utilizó dinero del comercio para conspiraciones de lavado, facturación comercial falsa y otros métodos para limpiar ganancias de drogas de varios traficantes internacionales.
Este listado lo expuso la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos, entidad que establece que los activos de estos individuos y empresas bajo la jurisdicción de EE.UU. sean congelados. La medida representa un revés para un emporio comercial que maneja la red de dutty free más grande de Latinoamérica y que importa las marcas de lujo más prestigiosas del mundo.
Las restricciones incluyen a Grupo Wisa, Vida Panamá (Zona Libre), comercios en el Soho Mall, Millennium Plaza, las tiendas Hometeck y Félix B. Maduro, Importadora Maduro, empresas y proyectos inmobiliarios y bienes raíces; el Balboa Bank, donde Nidal Waked es tesorero.
Mientras el Tesoro anunciaba el bloqueo al grupo, la DEA informó del arresto de Nidal Waked en Colombia.
Por su parte, el gerente de Tocumen, S.A., Joseph Fidanque III, aseguró que le solicitó la renuncia de la directiva de la terminal a José Frade, que representa a Waked como concesionario en el aeropuerto.