La lúgubre fotografía muestra completamente desnuda a Angelina Jolie, que entonces tenía 20 años y recién comenzaba su carrera actoral. Está sentada con las rodillas apoyadas en el pecho mientras se toma los pies, que están unidos con un lazo a la altura de los tobillos.
Al margen del análisis artístico que pueda hacerse, lo que más llama la atención es la extrema delgadez de la actriz. Su mirada embotada y perdida la hacen todavía más triste.
Los noventa no fueron años fáciles para Angelina. Estuvieron marcados por su adicción a las drogas y su atribulada vida familiar.