Entre hechos y contradicciones los representantes de la Asociación Panameña de Artistas Plásticos manifiestan su indignación por lo ocurrido esta semana en las instalaciones del Parque Recreativo Omar.
Según Ricaurte Martínez, fundador de la APAP, se trata de un “crimen cultural” que no posee justificación alguna. “Estos murales fueron creados por 38 artistas de todo el continente en el marco del Congreso América Unida, realizado en 1993, como una manera de dejar un legado al país”. Agrega Martínez que los muros fueron construidos con estructura reforzada para que permanecieran en el tiempo, y la obra artística fue restaurada en el año 2012.
Según fuentes del organismo presidencial, esta estructura presentaba fracturas que ya habían sido evaluadas por Sinaproc y se decidió reemplazarlas como parte de las adecuaciones que desde hace más de un año se realizan en el Parque Omar para ubicar allí nuevas fuentes de agua, baños y lockers, entre otros trabajos relacionados con paisajismo. “Se están sustituyendo, muros, monumentos y todo aquello que represente un peligro para los visitantes”, dijeron.
Los artistas insisten en que se ha destruido un legado, un patrimonio de todos los panameños para sustituirlo por fuentes de agua y baños, lo cual demuestra una gran falta de criterio, sensibilidad ante el hecho cultural y nulo compromiso con la herencia histórica.