Hoy la celebración es distinta, desde nuestros balcones, desde el confinamiento, detrás de las puertas de nuestros hogares, pero con el corazón lleno de esperanza y nuestras capacidades al tope, con los aprendizajes que debemos haber recibido de estos tiempos diferentes. Seguramente los sanfranciscanos saldremos fortalecidos de esta situación, pues a todos nos ha tocado crearse una nueva historia, que nos ha hecho crecer como seres humanos, como familia y como habitantes del corregimiento más pujante del país.
Hace 94 años se emitió el acuerdo municipal Nº 22 de la República de Panamá, mediante el cual se crea oficialmente el corregimiento de San Francisco, entidad que desde ese mismo instante inició un desarrollo vertiginoso que la ha convertido hoy día en una urbe moderna y dinámica, caracterizada por un importante movimiento económico y urbanístico.
De aquel poblado que se erigió en la playa “Peña Prieta” sólo quedan algunos vestigios al borde de la bahía. Justo allí nació su nombre, surgido del hallazgo de la imagen de un santo al que los pescadores identificaron como San Francisco; desde ese momento, aquel pueblo reubicado por el gobierno del Dr. Belisario Porras pasó a llamarse San Francisco de La Caleta.
El crecimiento de este corregimiento se ha dado de manera medianamente ordenada, beneficiado además por desarrollos atípicos producto de los acuerdos de reversión de zonas antes reservadas para las operaciones militares estadounidenses, como es el caso de Punta Paitilla y áreas vecinas.
Además de haber sido un lugar para la diversión y el esparcimiento, San Francisco se convirtió en un imán para atraer gente que deseaba convertirse en un vecino más. Ello permitió que el área residencial se expandiera hasta los límites de hoy y alcanzara un número superior a los 40 mil habitantes. El desarrollo comercial ha sido la otra bendición de este corregimiento, hecho que lo convierte en uno de los más importantes del país desde el punto de vista económico.
Muchas cosas han cambiado desde aquel 9 de agosto de 1926, San Francisco es un corregimiento pujante, organizado, muy particular en su cultura y arraigo de sus habitantes. Mucha gente sigue llegando y el crecimiento no se detiene. Las edificaciones se levantan por doquier en medio del halago de unos y el desconsuelo de otros que son testigos de cómo surge una ciudad cosmopolita en medio de una comunidad tradicional y sobria.
Obras importantes se proyectan y se desarrollan hoy en esta joven ciudad, entre ellas el nuevo ordenamiento territorial, la ampliación del acueducto, la recuperación de las aceras y de importantes avenidas. Todo sustentado en la descentralización y el manejo autónomo de los recursos.
«Ahora en pandemia San Francisco se une, es responsable a las indicaciones de las autoridades de salud y además, es solidario. Es un aniversario distinto, la mejor manera de celebrarlo es cuidarnos entre nosotros. En nombre de los residentes, quiero agradecer a la comunidad hebrea, musulmana, griega e italiana, por el desprendimiento desinteresado que han tenido con las personas que en este momento están pasando tiempos difíciles. No tengo la menor duda de que cuando se dé la apertura de todos los bloques, San Francisco marcará la diferencia y dará el ejemplo de que Panamá se puede levantar», expresa Carlos Pérez Herrera, representante del corregimiento, a propósito del aniversario número 94.