Uno de los corregimientos más tradicionales y que aún conserva en pie vestigios de su época dorada, de sus años mozos es Bella Vista; ese barrio que nació en 1914, con los hijos de la élite panameña de entonces, conformada por locales y extranjeros, muchos llegados con la construcción del Canal. Así emergieron las grandes casonas de arquitectura única. Hoy cumple 86 años siendo modelo de historia y progreso.
Según el investigador Ángel Rubio en su libro “La Ciudad de Panamá”, las familias más adineradas de San Felipe, en pleno centro de la ciudad, habían decidido reubicar sus viviendas en áreas donde fuera posible la expansión que ya el crecimiento poblacional exigía.
De esta forma, se inició la construcción de las primeras viviendas de lo que luego sería este populoso corregimiento. Dados los recursos con los que contaban las familias que adquirieron los lotes para construir sus casas, los arquitectos pudieron dar rienda suelta a su creatividad e ilimitado talento y con su carga de influencias propias y foráneas, desarrollaron diseños urbanísticos de gran belleza. De acuerdo con reseñas de la época, Bella Vista y La Cresta eran áreas residenciales muy elegantes y sobrias, donde la gente vivía sosegada, rodeada de naturaleza e impresionantes vistas a su alrededor.
Y se hizo corregimiento
Su crecimiento sostenido en todas las áreas, permitió que en 1930, el Alcalde del Distrito de Panamá, Abel De la Lastra, emitiera el decreto número 12 de su gestión, mediante el cual se crea oficialmente el corregimiento de Bella Vista, con una extensión de 5.1 kilómetros cuadrados y apenas mil 600 habitantes.
El investigador y arquitecto panameño Samuel Gutiérrez relata que en 1940 Bella Vista se afianza como una ciudad con imagen propia, basada principalmente en su imponente arquitectura de estilo neoclásico, caracterizado por edificaciones con grandes ventanales, amplios aleros, techos de teja y otras tipologías que son el resultado de la combinación de varios tipos de culturas con propuestas de vanguardia para la época. Es la génesis de la arquitectura “bellavistina”, única en su tipo en el mundo y una joya que Panamá debe guardar para la posteridad.
Llegó la modernidad
Hoy, con sus 86 años a cuestas, con más de 30 mil habitantes, Bella Vista es el reflejo de aquella urbanización serena y tranquila de sus inicios, el desarrollo urbano, residencial y comercial ha ocupado todos los espacios posibles y en este momento se muestra como una ciudad, aunque moderna, congestionada y superpoblada, con una economía pujante que lo convierten en el corregimiento con mejores niveles de ingresos económicos del país y más tomando en cuenta que alberga al denominado
distrito bancario.
Zonas como El Cangrejo, vía Brasil, vía Argentina, calle Uruguay y
Marbella se han convertido en áreas predominantemente comerciales, con una altísima afluencia de personas, entre las se cuentan turistas que buscan la gran variedad de restaurantes, hoteles y tiendas que se han instalado en estos sectores del corregimiento. En definitiva, Bella Vista es cosmopolita y dinámica.
“Deseo que los vecinos y visitantes de Bella Vista se sientan orgullosos del corregimiento y que seamos (tanto Bella Vista como nuestra junta comunal) ejemplo a seguir para todos los corregimientos del país, no sólo de la ciudad y así hacer crecer al país”, expresa su representante Ricardo Domínguez.
“Yo le regalaría…”
Si usted pudiera ¿Qué le regalaría a este corregimiento en este mes de junio que cumple 86 años dando tanto al país?
Ricardo Domínguez, representante de Bella Vista: “La obra más significativa que estoy regalando en mi período de gobierno son los trabajos que están por comenzar en vía Argentina y calle Uruguay; los vecinos saben que desde hace mucho tiempo ha sido un compromiso de mi parte y hoy en día gracias a la buena receptividad y labor del alcalde Blandón lo estamos materializando. Estos son proyectos que no sólo mejorarán la imagen demBella Vista, sino que enorgullecerán a vecinos y comerciantes y promoverá el turismo en nuestra ciudad. Por este 86 aniversario le regalamos a todos los vecinos un fin de semana cultural y deportivo y no sólo para promover la convivencia ciudadana en nuestros espacios públicos sino para elevar el sentido de pertenencia con este corregimiento que le ha dado a todos los vecinos residentes, comerciantes y turistas tanta alegría”.
Annette Clement, residente de La Cresta, comunicadora social: “Bella Vista es quizás uno de los barrios más hermosos y emblemáticos de nuestra ciudad; su arquitectura, paisajismo y sitios representativos lo hacen único. En vista que no todos los ciudadanos conocen la historia y el significado detrás de la esencia de este barrio, le regalaría un espacio donde las personas puedan ir a ver fotografías, a escuchar historias y a recordar cada uno de estos elementos que formaron el ADN bellavistino. Así todos apreciarían y reconocerían su valor e importancia para nuestra cultura ciudadana de la que debemos estar todos orgullosos”.
Jaime Figueroa, residente de Bella Vista, escritor y experto en turismo: «Le obsequiaría policías y colaboradores municipales que velen por los detalles: repintar sobre el graffiti que tanto afea el barrio; obligar a los propietarios de inmuebles a pintar y arreglar sus casas y edificios; de una vez por todas soterrar las horribles telarañas a costo de los operadores de cable televisión, electricidad y telefono; instalar tapas de alcantarillados con cerraduras para evitar el robo de las mismas; rehacer las aceras y finalmente, respetar lo poco que queda arquitectonicamente bello de una época dorada de la comuna.” Jaime Figueroa Navarro
Le regalaría a Bella Vista en su cumpleaños: Más aceras decentes, más verdor, menos ruido y más espacios públicos