Costa del Este News

Sabrina Murillo: «Nunca tuve ningún pensamiento ni visión negativa del mundo»

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María Luisa Perrone y su hija Sabrina Murillo | Foto: Tete Olivella

Hace unos días, nuestra «Guerrera de Costa del Este» tuvo una recaída. Su evolución ha sido durante todos estos meses un milagro, atribuible no solo a la gracia divina, sino a todo el empeño que ella le ha puesto a su recuperación y al apoyo de médicos especialistas, fisioterapeutas, familiares, amigos, desconocidos que no paran de enviarle bendiciones y por supuesto, a esa mano que siempre le acompaña: su madre María Luisa Perrone y la memoria de su padre Eduardo y su hermana Paola.

Sabri necesitó de las oraciones de todos y así fue. Y con la atención especializada de profesionales que siempre ha tenido, ya vuelve a recuperarse. Necesitamos verla bien nuevamente para que siga siendo inspiración para todos. Ella es un baño de agua fresca que nos recuerda que con fe, ayuda y trabajo duro, todo es posible. ¡Fuerza Sabri!

Les compartimos la entrevista que le hiciéramos hace un par de meses…

Todo los días Sabri hace un esfuerzo increíble para fortaleces sus músculos.

«Nunca tuve ningún pensamiento ni visión negativa del mundo»

Ésta era una entrevista pendiente. En Costa del Este News seguimos muy de cerca la evolución de Sabrina Murillo Perrone, quien en marzo de este año sobrevivió a un grave accidente. Desde ese momento, se convirtió en una  causa para muchísima gente. Ha habido cadenas de oración, misas, actividades para recaudar fondos que ayuden con sus tratamientos y un caudal de energías positivas que sin duda, han dado muy buenos resultados.

La historia de Sabri, para nosotros, no fue una noticia. Y aunque todos querían saber más, lo volvimos un tema personal, humano;  porque ella se convirtió para todos en hija, hermana, amiga, compañera, alumna o vecina. Todos, desde nuestra posición, logramos una inmensa empatía y sin temor a equivocarnos, sabemos que nadie que conozca su caso, ha dejado de elevar una oración por ella y su mamá María Luisa Perrone; mujeres que nos inspiran cada día.

Foto: Tete Olivella

Ambas, finalmente, estuvimos listas para conversar. Verla en persona fue un momento muy emocionante. Allí estaba, haciendo varias series de abdominales con una energía arrolladora. Sonriente, feliz por cada movimiento, ansiosa por hacer el próximo. Segura de sí misma. Se sentó sola sobre una enorme pelota. Otro gran logro; como todos los que alcanza día a día.

No fue una entrevista. Fue una conversación cargada de cariño, de admiración y de la seguridad de que sin duda, ella es parte de algo grande. Les compartimos sus reflexiones y esperamos que a ustedes, como a nosotros, les impriman fuerzas para enfrentar cualquier situación adversa.

Todos tenemos problemas, y todos son importantes. Muchos amigos no saben de qué hablar conmigo, les da miedo contarme sus problemas porque piensan que son insignificantes comparados con los míos; debemos ocuparnos de ellos y darles su justa dimensión. Yo me ocupo de los míos yendo al gimnasio, haciendo mis ejercicios para recuperarme, asistiendo a misa, rezando, y cumpliendo mis tratamientos médicos. De la misma manera todos deben atender lo que los aqueja. Si necesitas ayuda de tu mamá, pídela. Abraza y reconcíliate con tus amigos, con el corazón. Perdona…

Tengo una misión en la vida. Yo siempre fui una persona positiva y ahora lo soy aún más, porque la vida me ha demostrado que Dios cuida de mí por alguna razón y debo descubrirlo. Sé que en parte, es motivar e inspirar a la gente, pero estoy segura de que va más allá. Siempre he sido una estudiante aplicada y terminaré mis estudios de ingeniería. Quiero valerme por mí misma, en lo físico e intelectual. Mis planes antes del accidente eran estudiar, casarme, tener una familia. Todo eso se mantiene igual, solo que sumé algunas cosas más, como caminar y recuperarme.

El cariño de la gente me inspira. Tengo un doble trabajo, porque yo inspiro a muchas personas, pero cada una de esas personas también me inspiran a mí. Sus mensajes me alegran el alma, me alimenta, son una belleza…

Cada quien tiene una fuerza diferente. La mía viene de mis ángeles, de la misión que tengo de honrar a mi familia; y cada quien, dependiendo del problema que le afecte en determinado momento de su vida, debe llenarse también de fuerza para enfrentarlos , porque no importa la edad, puedes vivir momentos muy difíciles. He conocido a niños que han pasado por cosas más duras que yo. La adolescencia también es una etapa muy fuerte y en la adultez no se escapan las situaciones adversas. No hay edad para los problemas.

 

¡Para atrás jamás! Nunca tuve ningún pensamiento ni visión negativa del mundo. Desde que abrí los ojos y poco a poco me empecé a recuperar, por mi mente jamás pasó la idea de no seguir adelante.

Siempre sale el Sol. Quedarse acostada en la cama sin hacer nada, no es una opción para mí. De lunes a viernes me toca duro, igual que cuando estás estudiando. Uno debe trabajar por lo que te hace bien y te convierte en mejor persona: ir a la escuela, la universidad o el trabajo; y después, con seguridad, llegará el fin de semana  para descansar.

Dos guerreras que luchan día a día

María Luisa Perrone, la mamá de Sabrina, es otra gran guerrera. Siempre tiene una mirada dulce y mucho temple al hablar, aunque su voz intente quebrarse. Ella sabe muy bien de dónde viene su fortaleza. “Yo estaré eternamente agradecida con Dios porque esto es una cosa de él y  de nuestros ángeles en el cielo. Por ellos tenemos que seguir luchando, honrándolos, y esa misma fuerza deSabrina, es la que me empuja a seguir adelante, porque yo soy fuerte gracias a ella.

Mis dos hijas, Sabrina y Paola, se criaron en un ambiente positivo y eso ha permanecido como parte de nuestra filosofía de vida. Siempre les enseñamos que lo que se puede resolver se resuelve, y lo que no, se supera; se sigue adelante. Ahora lo digo con más fe en Dios. Mi esencia es que debo ser positiva porque tengo a mi hija viva y no me puedo imaginar cómo sería vivir sin ella; ha sido mi inspiración, junto a Dios,  para seguir adelante.  Dios está entre nosotros, en la oración de tanta gente que nos llena de esa fuerza que viene de él, no puede venir de otro lado”.